María , causa de nuestra alegría
Madre de los últimos
María dijo : "Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava , por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo , dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada . Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia - como había anunciado a nuestros padres- en favor de Abraham y su linaje por los siglos." ( Lc 1 , 46-55).
Leyendo el Cántico de Ana , madre de Samuel ( 1 Samuel .2, 1-10 ) nos recuerda el vínculo íntimo que el Magnificat tiene con él.
Tratemos ahora de delinear la actitud de fondo subiendo a la teología de los llamados " anawin" ( del arameo : los últimos de los pobres ), que tan importantes son en la espiritualidad bíblica.
Ellos eran ciertamente pobres también a nivel social. Sin embargo la pobreza bíblica es un concepto "simbólico". Es decir, capaz de recoger en sí muchas dimensiones. El pobre es el humilde , enfermo, oprimido , es la viuda, el huérfano; es lo contrario del rico y del poderoso , pero es también y sobre todo aquél que basa su confianza sólo en Dios y no en la fuerza del hombre , sobre el orgullo y sobre la presunción, sobre el ídolo del dinero.
Dios privilegia el débil y el último ; su elección es especial porque descarta lo que en la historia humana parece gozar de gran crédito , es decir la potencia, el éxito , la riqueza.
Esta es la lógica misma de Cristo , un mesías que no entra en el mundo de manera fastuosa naciendo de una reina , pero sí en la pobreza y por una pobre.
El Magnificat se abre con una explosión de alegría del alma que proclama lo que Dios le ha donado. En él poderosos y humildes, hambrientos y ricos, orgullosos y fieles se comparan , pero Dios ya ha hecho su elección. En el cántico de María hay algo más que la simple exaltación de la verdadera pobreza.
Existe la creencia de que el Señor todopoderoso cambiará el destino de esta injusta historia humana. El honor y la gloria de Dios están destinados a los humildes y a los últimos.
Nuestra oración, como la de María, debe pedir el advenimiento de ese reino y debe vernos alineados con los últimos.
Una de las reglas que se pide al legionario de María es la recitación diaria de la CATENA LEGIONIS ( cadena legionaria ). Es decir recitar cada día el Magnificat , y el sentido es el de permanecer "encadenados" a la Virgen María con esta hermosa oración signo de adhesión a la voluntad del Padre, humildad y obediencia .
La cotidianidad nos ayuda a permanecer unidos con todos los legionarios del mundo y a apoyarnos como tantos anillos de una única cadena.
(Legione di S.María Assunta M.G.)
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